Emir Filipovic, investigador del Departamento de Historia en la Facultad de Filosofía de Sarajevo, se encontró con unas huellas de gato en un manuscrito de hace 600 años. Tomó una foto y la publicó en su cuenta de Twitter:
"Me encontré con las huellas durante una visita a los registros de los archivos medievales mientras realizaba el doctorado en el Archivo Estatal de Dubrovnik"
El manuscrito que estudiaba eran unas cartas del año 1445 enviadas por el Gobierno de Dubrovnik (actual Croacia) a sus comerciantes y nobles que vivían y trabajaban en Pristina y Novo Brdo.
Fue tanto el éxito de su descubrimiento, que ahora muchos investigadores buscan huellas en otros manuscritos.
Hemos comprobado que los gatos siempre han sentido curiosidad por lo que hacemos: Si estamos escribiendo un manuscrito caminarán sobre él, o si estamos en la computadora se sentarán sobre el teclado, ¿o no?